Villa con Ayuntamiento, al que está agregada la despoblada Villa de Heliche, cabeza de la vicaría eclesiástica vere nullius de su nombre en la provincia y audiencia territorial y c. g. de Sevilla (2 1/2 leguas), partido judicial de Sanlúcar La Mayor (1legua). Está situado al oeste de la capital, en paraje llano y algo elevado, correspondiente al terreno que se llama Aljarafe, con clima muy sano, temperatura benigna, aires puros y saludables, y la rodean numerosos árboles de fruta. Tiene 428 asas con buena distribución para la labor y usos domésticos; una plaza cuadrilonga, con arbolado, en la que se hallan la casa consistorial de buen aspecto, la Iglesia Colegial y la casa del Conde-Duque de esta Villa, con departamento para morada de los abades; varias plazuelas de poca importancia, calles bien empedradas y limpias; 2 escuelas para cada sexo, y una Iglesia parroquial de fundación desconocida, bastante capaz pero sin mérito artístico, en la cual se estableció la colegiata de que en el anterior artículo nos hemos ocupado, por no haber llegado a tener efecto la erección del nuevo templo que se pensó levantar con aquel destino. La actual Iglesia, además de sus buenos ornamentos y alhajas, conserva la efigie del altar de San José, obra del célebre Montañés, y 5 cuadros del distinguido pintor Juan de Roelas, prebendado que fue en esta colegial; su relicario es muy abundante de objetos de devoción, y contiene muchos cajones de huesos sacados de las catacumbas de Roma. El curato es de entrada, y correspondiendo la cura de almas (según las bulas pontificias de erección de esta colegial) in habitu a su cabildo, se desempeña in actu, por un capitular que nombra alternativamente el mismo cabildo y el abad. Trasladados a Olivares los pocos vecinos que aún quedaban en la inmediata y ya destruida Villa de Heliche, su parroquia (S. Benito) fue extinguida por Real orden de 26 de marzo de 1843, pasando su cura como agregado a la parroquia de Olivares, en la que continúa percibiendo la renta de los curatos de entrada. Con los materiales de la suprimida Iglesia se ha construido un hermoso cementerio rural a la salida del pueblo que describimos. Existe en él una piadosa fundación debida a la buena memoria de Doña Inés de Guzmán, marquesa de Alcañices, por la cual se distribuyen anualmente diez dotes de 11.100 reales cada una, entre las doncellas huérfanas y pobres de la población, esta memoria se conoce con el nombre de Monte Fideicomiso, y está regido por una junta bajo la protección del jefe político de la provincia. Hay varias confraternidades o cofradías que celebran sus acuerdos en una capilla, llamada el hospital, próxima a la colegial, siendo la más notable la hermandad Sacramental. Confina el término al norte con Albaida, al este con Salteras, al sur con Sanlúcar la Mayor, y al oeste con el río Guadiamar: ocupa incluso el terreno de la despoblada Villa de Heliche, 1 1/2 leguas de norte a sur y 4 de este a oeste, y comprende sobre 7,000 aranzadas de tierra, la mayor parte de pan sembrar, de buena calidad y lo demás de plantío de olivos, arbolado frutal y viñedo: de las 7,000 aranzadas, más de 6,000 pertenecen a la Casa Ducal, unida hoy a la de Berwik y Alba. El terreno es llano y desigual, compuesto en su mayor parte de barro fuerte, y el resto arenoso; pero todo él es muy apropósito para las plantaciones mencionadas y especialmente para trigo, del cual se hace el mejor pan de flor de Sevilla. Cruzan el término de este a oeste varios arroyos insignificantes que desaguan en el río Guadiamar, el cual forma su límite por el oeste corriendo de norte a sur. Se conservan grandes restos de un acueducto, que parece destinado a conducir las abundantes aguas de Tejada en dirección a la antigua ciudad de Itálica, pasando por Heliche; una torre cerca del río y las ruinas de otra.
A 1 legua de la población, en la que no hay fuente alguna, existe la llamada de Coriana, de agua dulce y abundante, la cual se utiliza principalmente en las labores y ganados: el pozo Airon, antiquísimo y de profundidad poco común, provee de agua en un terreno donde escasea mucho en el verano. Dentro de la jurisdicción se hallan 2 cortijos de mucha extensión y costosos caserío, llamado el uno de San Antonio, formado en época moderna, y el otro Soberbina, de fundación antigua; y además otros 3 cortijos menos notables, denominados Banal, Bartola y Coriana; el caserío de este último fue mandado demoler por la incinerable duquesa de Alba, para que los pobres labrasen en suertes sus tierras. Los caminos son locales, si bien a la distancia de 1 legua: puede tomarse la carretera de Sevilla: de esta carretera se recibe diariamente la correspondencia. La producción consisten en granos de todas clases, aceitunas, frutas y ganados: la de cereales puede graduarse en más de 50,000 fanegas al año, la de aceite en 2,000 arrobas, y la de viña se consume en fruto, la mayor parte en Sevilla y pueblos inmediatos: el ganado es bastante numeroso de las clases de lanar, vacuno y de cerda. Industria y comercio: hay 3 molinos de aceite, 3 atarazanas, 2 posadas, 5 panaderías, 6 tahonas, 2 tabernas, 40 tiendas de comestibles y abacería, y 2 de ropa para vestir: el gran mercado para dar salida a los productos sobrantes, o tomar lo necesario para la población es Sevilla. Se celebra el día 8 de setiembre, y desde hace pocos años una feria a la que concurren muy pocos o ningún forastero. Población oficial: 495 vecinos, 2,066 almas; otros datos le dan 6l7 vecinos, 2,525 habitantes. Capital productivo. Para contribuciones directas: 6.785,16’7 reales; producto 203,564: para indirectas: 4.917,333 reales; producto 58,420. Contr.: 80,513 reales. El presupuesto municipal asciende ordinariamente a unos 19,000 reales, y se cubre con arbitrios y reparto vecinal por no haber caudal de propios.